miércoles, 7 de febrero de 2024

Quizá esas flores debieron ser cortadas hace tiempo, antes de que el rigor del clima las quemara; ahora ya no son más que basura; fueron hermoso complemento y, aunque no llegaran a convertirse en compañía, alegraban algo la soledad, le daban color a este lugar y ayudaban a ignorar el barro de la calle cuando acudías a la fuente a llenar tu cántaro

 




Una mirada intemporal,

el reloj inactivo, 

el sufrimiento del sol en la vidriera desplomada, 

que tome nota el constructor y preste apoyo

a las columnas huérfanas, que se remedie

la asfixia en la garganta de la fe

ocupada por dogmas demasiado grandes,

quién mató ese amor que no hace ruido

y qué oración les quedará a los rezadores sino el llanto

del agua que resbala por la piedra, salmos tristes

para transformar en alimento

un eucarístico espeto de sardinas, 

y que no falte un trocito bíblico de pan

que bien multiplicado dará para calmar a multitudes

hartas de credos y bienaventuranzas.



Zona B:

Israelíes: Contad los muertos de cada día, ponedles lápida y habréis convertido en pedregal ese desierto rojo donde la sangre corre como un Jordán de furia.

 

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