Conocemos
cómo se producen los milagros,
los colores se adentran en la flor
a fuerza de miradas, espían su carencia original
y se introducen como respiración en sus pulmones,
ellas lo aceptan como el rutinario
fluir de la costumbre, no sospechan
que han sido inoculadas por algo germinal y creen
que ellas mismas lo producen
como una sangre que imita el carmesí de la amapola,
para ellas es muy fácil ignorar el milagro
porque nunca van a mirarse en el espejo.
Zona B:
En la afueras de Jerusalén supongo que seguirá aquella colina donde los disidentes eran despojados del halo de la diferencia; era necesaria mucha madera para cruces; el gobierno israelí, tan ecologista, aboga por salvar los pocos árboles que quedan y acabar con el "zoo palestino" mediante un genocidio calculado, con fuego, hambre y enfermedad.
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