Egon Schiele resumió
y entregó a dios resuelto el acertijo de las tentaciones,
unas tablas de mármol decoradas
con la oscura obscenidad de su perplejo imaginario,
y acertó, por lo visto, componiendo
una apretada fórmula de miedos y de asombros
mirándose al espejo, el hambre,
la desnudez y la miseria natural del ser humano,
todo junto a los pies del fatigado creador,
el modelo no ha sido mejorado, tal vez porque el ingenio
del diletante muñidor de cosas quedó yermo
ante aquella blasfemia pronunciada
en el modo menor de la armonía.
Zona B:
Palestinos: si aún tenéis acceso a Google maps buscad la ubicación exacta de la pentápolis citada por la biblia hebrea y huid en esa dirección; tal vez el daño que encontréis allí sea menor que el que os causa el asesino de Israel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario