viernes, 16 de febrero de 2024

El sordomudo cierra las ventanas en pleno agosto, no quiere saber de brisas o de aires exteriores que refresquen la cal de la pared, se mira las manos agrietadas, se da crema solar y se retira al interior oscuro a recrearse con el sonido oculto de la voz que sigue estando ahí, en el calor de sus entretelas; él nunca olvidará las playas donde los abecedarios se formaron en el roce continuo de las olas contra la realidad bravía de las cosas sin nombre conocido

                                                

                                               

                                          Si fuéramos capaces de frenar la patulea de anglicismos

                                          innecesarios tal vez nos entenderíamos al hablar




Dejo aquí mi apuesta

por las palabras, su sonido floral que sobrevuela

como los moscardones la penumbra, se entremezcla 

con la entonación nasal y sale

por la ventana, tembloroso, como contagiado

por la vibración de la armónica de Dylan,

fijaos, yo no he dicho window, 

ni he buscado en el diccionario la traducción esclava

de moscardón o de nasal o de penumbra,

si acaso imaginé catarro y cold sonó como una tos británica,

como campana amortiguada por la nieve,

mejor que el sol siga en su sitio, arriba, derramando

su don claudiorodríguez en este idioma

y que la moon se asome por el sur atravesada

por la silueta de un flamenco

sobre las marismas de Doñana.



Zona B:

De nada sirve comparar dolores, Níobe lloró la muerte de sus hijos, Casandra vertió lágrimas por los troyanos que se creían inmortales; nuestras lágrimas de hoy son sólo nuestras y el dolor sigue siendo el mismo: "atentite et videte si est dolor sicut dolor meus".



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