sábado, 13 de abril de 2024

Era muy fácil mantener una creencia con aquel argumentario: dejarse ir tras una brisa con escozor de profecía, algo tan sencillo como entornar la puerta y contemplar las bolas vegetales que el viento arrastra y darles crédito por pura educación, para no desairar al aire y mantener las formas de una tranquila vecindad

 



Largos varales de castaño,

del lado norte llega el aire redentor,

hay un olor a pimentón y orégano,

la carne magra cuelga ahí para curarse,

su enfermedad era la vida

aunque no sea la muerte su remedio,

ahora toca esperar a que el milagro

viole la oscuridad del secadero

y ordene a Lázaro salir, momificada el ama

y el cuerpo sometido a transustanciación,

el pan y el vino sobre el sudario de la mesa

que Marta ya ha dispuesto,

María se alimenta contemplando este afligido bodegón,

con ella está la gracia.



Zona B:

"No permitáis que el tejón regrese a su guarida sin haber satisfecho el hambre; acabará soñando que es comida todo lo que se mueve alrededor". (Gr, 3, 2l)

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