lunes, 29 de abril de 2024

Recibía al sol sentada en el escalón de entrada de la casa, rodeada de gatos y gallinas, atenta a la bocina de la furgoneta del frutero que también traía el pan; los gorriones aguardaban a distancia a que los gatos se durmieran y entonces se atrevían a disputarle a las gallinas las migas de pan y los granos de sésamo que rociaban la corteza; todos los días salvo los martes

 



A una rueda avanza la moneda

que se somete a ley, a dos el calendario

de los años bisiestos y la carroza del auriga, 

a tres la trinidad que no conoce 

mujer ni hace ejercicios de calentamiento,

a cuatro el carromato de Tespis, la barraca

de Lorca y el desmayo de las vírgenes necias,

las que se quedaron sin aceite porque decidieron esperar

en vez de ir al encuentro del que reparte subvenciones,

tanta progresión y tanta rueda para aparecer unos segundos 

en la superproducción que Hollywood va a dedicarle al pensamiento 

(aunque no encuentra productor).



Zona B:

Y buscará algún indicio en el cuero seco de unos rollos conservados y hallará la inspiración en el relato de la destrucción de la Pentápolis. Aunque él siempre vio llover fuego sobre ese territorio.                                                                                                                                    (Profecías laicas)


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