jueves, 1 de diciembre de 2022

Lambda


 


Ascendía el betún hasta tus manos

mientras ellas volaban ansiosas de crucifixión,

el negro amor de los abrazos

las llamaba con su voz de cuervo y las espinas

teñidas de carmín goteaban

sobre un reducido apostolado

entretenido en valorar los giros

entre el dolor filial y al pasmo

de una madre afligida,

a qué te recuerda todo esto, 

contemplador escéptico de cuadros

de naturaleza redentora, 

madera de reliquia, sí, y polvo

de carcoma bendecido por el perfume de la fe,

las manos

adornadas con clavos permanecen

durante siglos apoyadas en la tabla del pan,

ellas no lo amasan ni lo parten,

simplemente lo bendicen para que el hambre siga ahí.



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