martes, 20 de diciembre de 2022

Una burra fértil plantada ahí, mirando la nieve roja

 

                                   para ella, afligida, pero fértil

                         

Volverás a subir a la colina,

tus ojos mojarán apenas el paisaje seco

y crujirán los cardos 

como bocados dulces de la primavera, 

qué poca vida nos espera y qué poca

la que se ve desde aquí arriba,

me dijeron

que los lobos se comieron a tu hijo

el invierno pasado, quedó eso, nieve roja

entre las escobas y una bufanda de peluche

para consolar la soledad,

qué poca luz nos queda a ti y a mí, siempre asomados

a la ventana posterior, la que refleja

unos ojos oscuros inundados de resignada sumisión,

frente al paisaje somos

presencias ya pasadas, espejismos

que de tarde en tarde reivindica la memoria.

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