viernes, 2 de diciembre de 2022

Mi

 


                    a qué suena el bronce si lo vestimos de satén


Se dice de él que renunció al recuerdo

y usó una cuerda para hilvanar las telas

que habían de envolver el cuerpo

una vez consumada su ambición,

fue péndulo durante un breve

cambio de guardia y lo bajaron

como a la bandera cuando toda Roma

se quedó en silencio,

una bandada de estorninos

se encargó de corregir mil veces

la versión definitiva,

pero al final quedó a la vista

su alma de metal, los nudos infinitos

de un ovillo de alambre suspendido

de una arcada del puente sobre el Tíber.

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