Presumió de vivir
en el interior del mundo,
un hueso de melocotón le señaló la pista
que Perséfone dejó entreabierta
cuando fue obligada a residir en un mundo sin luz,
guiada por la hondura sonora de sus ojos
ella lo pudo ver porque ya estaba escrito
con herramientas campesinas
sobre la tierra de labor,
pero no supo traducirlos, por eso espera siempre
al cambio de estación
para recuperar su reino temporero
en el mundo de fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario