martes, 27 de diciembre de 2022

vivir de esa manera

 



Un cielo de dril, tan áspero

como la carcasa de diciembre, 

viene el sol muy bajo casi rozando las heridas

y el recuerdo de la sangre que regresa

te hace despertar, te duele

hasta el sonido de los pájaros

cuando buscan migajas en la nieve,

luego, cuando en la torre suene

el toque de las doce, saldrá gente a la calle

y el barro volverá a salir

lo mismo que las ranas ralentizadas en el hielo,

ya nada

de esa sensación templada podrá invocarse

como lenitivo

para una soledad inabarcable.

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