Que nadie dé por hecho que eres tú,
que nadie reconozca
el resuello fatigado de tu voz trashumante,
que no sean el frío o el calor
ni los colores enfrentados
tus amistosos enemigos, busca
la no frontera, arribar a algún puerto
sin amarre ni aduana,
y no pretendas entender
la falsedad del horizonte.
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