miércoles, 2 de noviembre de 2022

In senectute memoria minuitur nisi (quamquam) eam exerceas

 



Cobardemente instalado en un ángulo sin luz, 

las manos sobre las rodillas y los ojos entornados, 

deja que te resuma, 

que te vea al completo tras la lupa

universalizadora colocada sobre tu gigante pequeñez,

ahora sí, 

sé que tú eres el definitivo límite, 

un reverso inocente de la desfachatez 

que aspira a equipararse con la verdad de carne y hueso, 

me retiro a llorar sobre lo aprendido y olvidado,

creo que lo mejor no lo definen ya los ojos, 

sino la memoria

que poco a poco va alejándose.


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