jueves, 20 de octubre de 2022

En rigurosa línea recta con inclinación final

 


Como un dolor 

sostuve firme la confianza

en lo que la piel desnuda detectaba,

fui derecho al sonido

de la gota ruidosa sobre el fregadero

con los ojos cerrados y las manos

por delante para evitar tropiezos,

nada parecido al repiqueteo de la plata

cuando pasa un camión y tiembla

todo el vasar donde dormita en vilo 

la antigüedad más valorada,

los insomnes lo llaman descubierta

y se esfuerzan por emular ese retiñe

con los dientes de risa, -picar hueso-,

como si hubiera que despojarse de la carne

para imitar sin ruido

todas las fantasías apiladas 

en la penumbra del desván.


No hay comentarios:

Publicar un comentario