domingo, 9 de octubre de 2022

A veces

 


A veces lloro

sobre el silencio derramado 

como leche materna sobre el lomo

del depredador que ha devorado

a mis presuntos hijos,

soy incapaz de adivinar

cual es el peligro carnicero

que me acecha tras el escarol de la lechuga,


a veces tenso el arco

de Ulises y disparo sin mirar,

el blanco no es la fiesta individual

de cada pretendiente

sino la exhibición obscena

de una cobardía colectiva 

acosando a Penélope, yo busco

el corazón de buey de comensales 

acostumbrados a pesebre 

mientras las flores cargan con el peso

de su belleza involuntaria.




No hay comentarios:

Publicar un comentario