domingo, 2 de octubre de 2022

Los conjurados de la luz



He salido temprano,

tenía intención de coronar el cerro

y presumir frente a los pájaros

de mis colores vivos y mi timbrada voz,

llevaba ropa de domingo 

y la insolencia amable de los versos

de ese irlandés de nombre impronunciable

para leérselos a dios y arrebatarle

la primogenitura al aire, 

su ángel más veloz y transparente,

pero la niebla me apagó la voz

y grazné con los cuervos

una estrofa corta de Ezra Pound. 


Hoy disfruto el castigo

de los conjurados de la luz.


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