Piensas:
puede ser falsa la numeración,
se han alterado los carteles
que civilizaban el camino,
en algunos el tiempo ha diluido
la leyenda didáctica que apunta norte o sur
y hasta el color reglamentario
que distingue un GR de otras rutas,
ahora le damos al azar la mano
y como discípulos de Brueghel
seguimos la mentira de quien nos antecede,
no miras ese pájaro que canta,
ni hueles la resina o el dolor de la tierra mojada,
sigues
un camino ya pisado, crees
que ya lo has visto todo y dejas
tu mirada blanca sobre el agua
para aprender de su cantar de ciego
lo que la pereza te impidió mirar.
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