La guerra de los libros
Unidos en la estantería,
entrechocando codos ya que no
las manos, hoplitas firmes
para ordenar incendios húmedos
con olor a resina,
la escritura se tuerce
igual que los caminos cuando intenta
llegar a la verdad, es esa
la guerra interminable, pones
piedra sobre piedra y todo
se queda en nada.
Yo lo veo así: cualquier muralla
enciende los deseos de atacar
y puede arder durante siglos
la memoria de Troya,
como las zarzas de la biblia.
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