viernes, 12 de enero de 2018

Pítica

Ese 
puntual matacaballo
que llega por ahí con vértigo,
como pidiendo mas profundidad,

ese
recado de sirena o nieve
que vence la distancia como
florida progresión de mancha
sonora
             
              o ese
repique de metal
ubicuo y lento como
voz de presagio, acaso
me traiga la noticia
de que un día no lejano
podría ser feliz.

4 comentarios:

  1. Una bitácora cibernética, pese a semejante adjetivo, hoy en día es oportuna, pero, ¿quizá también un libro?

    PD: Han pasado tres días hasta que este casillero ha admitido mi comentario. No es que falle, sino que es sabio.

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  2. Demasiados libros ya. Luego llega el otoño y ¿qué nos queda de tanta hojarasca?

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    1. La cosa es que sin hojarasca no hay otoño que llegue, problema ontológico que no sé cómo resolverá el tiempo con lo que anda escrito por La Red.

      Luego están los residuos, la santidad; el esqueleto, el lomo aviejado, el aroma a rancio de la goma reseca, la mano puesta en las cubiertas... todo prohibido en La Red, donde prima un peculiar esfuerzo de concentración ocular que, creo, poco o nada tiene que ver con la lectura.

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    2. Si, es cierto. Es tiempo de escritura automática, con perdón de lo que el "ismo"pretendió dar a entender. Escritura irreflexiva y faltona que, efectivamente, no anima a la lectura y nada aporta de valor.

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