jueves, 11 de enero de 2018

En imprecisos términos

Caminamos despacio hacia el final,
huimos o avanzamos cautelosos
hacia el poliedro blanco, el él refulgen
como señales las palabras mudas
que quisieron ser voz y adoctrinarnos
sobre la inasible realidad.

Aquí abajo
todo es oscuro, con sonido
de bordón continuo semejante
al inconsútil hilo de la vida.

Nada vendo, nada ofrezco, porque nada
hizo nido en mí y ni siquiera
mi voz os llegará con un sentido
afirmativo y singular, testigo
de experiencia y de convencimiento.

Contra el vértigo de la miarada
estos ojos en blanco y un temor
que siempre acaba en cicatriz.

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