lunes, 25 de marzo de 2019

Preferible un placer que va de oscuro





Jugar al ajedrez en las losetas 
oscuras de la acera,
una urgencia irascible de peón asciende
desde los pies en busca
de un cerebro rector y no hay cerebro
ni regla individual sino la colectiva
sumisión a unas consignas de combate

aunque puedas 
caminar más despacio deshojando
la involuntaria margarita del placer
el si y el no ya van pintados
de blanco y negro en el tablero
y ellos marcarán a tus pies las diagonales
impresas en tu voluntad cautiva 

y al llegar al bordillo
compartirás con sísifo la duda
sobre la utilidad de tanto esfuerzo.

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