lunes, 15 de julio de 2019

Del un festival de verano




Siete peldaños cuesta arriba
por el marfil sonoro del teclado,
los dedos se persiguen, 
huyen del brocal altísimo o escalan
la sonoridad pautada entre las líneas
de unos cables inciertos, bruma
y color deshabitado
en el escenario negro,

así progresa el hipnotismo
por la entrevista escala de jacob,
arriba ya no hay cielo, ni dios vela
esos sueños ingenuos donde nadie
se resiste al capricho del dolor,

más tarde un aire barrerá el sonido
y quedará el desierto,
salvo el recuerdo de un infierno
festivo no habrá nada,
festivo no habrá,
festivo no,
festivo.





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