sábado, 7 de diciembre de 2019

Con el día atado a la puerta




En el papel de plata
no se escribe con los dedos,
la emulsión oscura nubla
los amaneceres y urde
espumarajos de humo,

ahora debes
filtrar el aire, su grosor,
que nadie
te engorde la mirada cuando
el cuchillo infante de la brisa
pone esa cara amable
de síndrome de down.

¿quién si no va a detener
la fulgurante sal del látigo
sobre la piel? 

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