La arena entre los dedos
Caminando de noche por la arena,
pienso en el hombre azul
que guardaba piedras
en su zurrón, como quien marca
sus pasos con estrellas,
también pienso en el lobo
que invoca la oscuridad
con su musical tristeza,
grabando en el silencio
una vía láctea de temor,
cuando se acabe el arenal
y la noche
se encenice por el horizonte,
me pondré a meditar
en los pasos de mañana,
ahora estoy muy cansado.
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