miércoles, 5 de agosto de 2020

De lo que cuenta Heródoto




Igual que tú, escultor,
dibujas el acanto salvaje
ya sometido a mimbres
y reduces su potencial de ortiga 
a medicina familiar
que del olvido cura,
cualquiera 
podría ver la boca del dragón
como la puerta del infierno
donde los dioses duermen
su interminable borrachera.

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