Soñé una guerra con petardos,
pólvora plasmada en mil colores
y un fusil de pantalones largos
que mataba de risa a los mayores.
Pero algo se torció y la guerra aquella
de gloriosas mentiras entró en fase
de sangre de verdad y dejó sin ella
a los más atrevidos de la clase.
Mora, morena, moraleja:
escapa de la hiena si te deja.
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