(Un homenaje tardío, como debe ser)
Comprar el libro,
llevarlo a casa como algo
secreto y peligroso,
pensar en cómo
empezará el contagio,
sangre, amor, la ciega historia,
acariciar la duda como un lomo
de perro callejero, riesgo
de pulgas, de mordisco, de amistad,
y luego
empezar a soñar un argumento
que acabará supliendo
al argumento original.
Puedes incluso
llegar hasta a leerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario