miércoles, 3 de abril de 2019
De un beato sin abrir
Rememorando
la acidez del bronce,
la angostura de un cuello de trompeta,
dedos húmedos y huellas
de un llanto muy antiguo,
un río de verdín marcando
su sagrada toxicidad, los oros
siguen bajo palio, bajo atmósfera
de brocada permanencia,
ellos
se proclaman perennes como
los huesos amarillos
del relicario, dudas
siempre quedarán y pronto
sonarán la séptima trompeta
anunciando
lo que soñara juan en patmos,
y eso ni dios ha de remediarlo.
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Zona B
Este tiempo despistado nos da alguna clave sobre la responsabilidad individual en la deriva del
deterioro del planeta:
- ¿Cómo reciclamos?
(Una mirada indiscreta a los contenedores de basura pone la cara roja a cualquiera. Y depositar cada resto en el contenedor correspondiente no significa un mayor esfuerzo).
- Tener mascota puede ser un detalle de sensibilidad. Dejar en la calle huellas no deseadas de esas mascotas echa por tierra lo anterior.
- Sobran plásticos, pero en la caja de los super siguen preguntando ¿quiere bolsa?
- Encontrar un contenedor para las pilas usadas es complicado, pero necesario.
- Los responsables del reciclaje deben pensar que en el medio rural no se usa aceite para cocinar. ¿Qué hacer con el usado?
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