miércoles, 21 de noviembre de 2018

Aquellas margaritas





Abierta la cancela
salió el cerdo a hozar al prado
y halló que había también
hermosura y donaire entre las flores 
que le servían de alimento.

Bien será que dejemos
algo de esta belleza redundante
para días postreros, díjose.

Y reculando, lento y soñador,
se volvió a la pocilga convencido
de haber alcanzado un alto grado
en la academia diletante.

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