viernes, 2 de noviembre de 2018

Bicicletas voladoras




En la mañana del domingo
visitamos el viejo manicomio
para équidos ilustres.

Vimos las sobrepuertas adornadas
con la letra curial de su leyenda
enmarcada en listones
de oro macizo.

Alguien 
quiso saber si Rocinante
compartía habitación con Clavileño
y, tras consultar en el registro,
se nos informó que nadie
con nombre similar había ingresado
en los últimos quinientos años.

A menudo
ni los más alocados espoléos
dejan  huella en el ijar.

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