martes, 20 de agosto de 2019

Conchas vacías




Venid a ver la concha lenta
de reflexivo nácar, aire
cóncavo y esquivo
con los sonidos gélidos del mar,
voraz con el rugido
calcáreo de las olas,
piedra y sal brillando bajo un agua
sin voz, la pena
del músculo irreal que ya no cierra
la seguridad del claustro,

una vez fue firmeza, navegable
memoria es hoy, un calcio innecesario
para la muralla defensiva
que protegía el miedo de la tribu,

ocioso talismán que acaba
colgado en la pared.

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