domingo, 18 de agosto de 2019

Grados de calor




No acercarse 
a las teclas del piano, que no roce
siquiera ese marfil sintético
la sensualidad activa de la mano,

como decorado aviva
la visión abusiva de un revólver
enfundado en ébano y charol,
callado hasta que llegue
el momento del duelo,
lejos aún del abejorro
que ha de chocar masivamente 
con el bordón de los metales,

los dedos extendiendo
una tela de araña sobre el frío
sonido que no acierta 
con la temperatura necesaria
para mover sus engranajes.

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