sábado, 25 de julio de 2020
Ch. L.
Algo fecundo,
rectangular y femenino
se interpone
entre el viento y la mano,
crecido en verde lecu
por reacción a contraóxido, domado
a silogismo y a martillo con sonido
de lo que nunca habló pero resuena
a antigüedad vecina,
una asustada cabellera
de sol y acantilado crece
en el hueco imposible
por donde se asoma la primicia del hierro,
añádase una lluvia deseosa
de palpar arista y alcanzar color
entre metálicas ortigas,
y sobre el prado, exactos, suspendidos
los puntos cardinales.
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