sábado, 6 de febrero de 2021

Una receta

 


Siglo a siglo se macera el habla,

la dicción se convierte en aditivo

como la sal, la pizca o el arrastre,

ese giro local es como un ápice

amarillento de mostaza,

sonará mejor mientras se arrullen

los finales más ásperos con granos

de anisado decir,

                               la fe más ciega

alargará un segundo la cocción

prescrita en la receta,

la cantinela irá como un adorno

de verdor cultivado, -a discreción-,

del humo sólo

se tomarán las tintas,

esa sabrosa oscuridad que esconde el fuego.






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