En las paredes claras
el sol anida como pájaro translúcido,
por ellas trepa la áspera caricia
del enjalbegado secular,
esa es su música colgante,
pero nadie viene a apoyar su frente aquí,
los pueblos se desangran
y se quedan las casas solas, sus paredes
sin música, oscuramente iluminadas
por la decisión suicida
de seguir aquí ya para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario