viernes, 28 de diciembre de 2018

En la pendiente del tejado





Venenos curvos, escaleras,
las palabras hinchables de la disparidad,
escuchas musiformas, ves el canto
intraducible de los pájaros, 
la progresión de una sintaxis
desordenada de lo hostil, voraz loba 
de filosofales condimentos,

oye: cuantas
palabras caben en un cesto, cuantas
voces se precisan para hacer acantilado,
-recitas de memoria- resonancias, luces
repetidoras del final del túnel, y escaleras,
siempre esas tensas escaleras
que perforan el alma de los faros
reduciéndolo todo a blanco y negro.

Y por encima de todo
el inevitable miedo a la caída.

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