Camisa de culebra
Cayó el espejo,
la curiosidad se hizo patente
entre los mil pedazos
y la creación se fue agrandando
hasta el piramidal agobio
que hoy nos hace poner
cara de triángulo,
entonces teníamos a dios,
cuando asomaba
entre el fru fru reptante de la niebla.
ahora, aquí, sólo nos queda
la miseria del verso, tan desnudos.
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