viernes, 29 de noviembre de 2019

Nunca usó vendas El Greco


Fijaos
en la pluvial mandorla
en torno a la cabeza
de san agustín que duerme
sobre el sueño del señor de orgaz,

difícil estar dentro, 
dejarse arrebatar por ese abismo
incoloro que ni asoma, incluso siendo
gusano vivo entre el hierático fervor
o conociendo que la gloria es tan pesada,

y (ya de paso)
qué pena de armadura
frente al óxido eterno, con los ángeles
peinándose los rizos
en el espaldar bruñido, antes
de que el orín y el desaliento
lo conviertan en una vanitas ilustre.

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