Hacer las paces
Vaya por delante el verbo,
mirar, sólo mirar y darle
utilidad al ser abandonado
en medio de la luz,
la luz del desayuno, la cuchara
de hacer las paces removiendo
memorias y abstinencias,
tazas
con posos de café y augurios
ya caducados que remiten
a futuras hambrunas,
todo está dispuesto
al borde del fregadero y una pompa
festiva de jabón se presta
a la inmolación en la ventana.
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