viernes, 5 de junio de 2020
Los adornos inútiles
Huyendo de esa
dualidad entre belleza y biología
la rosa se define como color exento,
coto cerrado a plaga de pulgón
y a menudeo de tijeras
de jardinero victoriano,
tratará de competir
con el reflejo de la cal del muro,
proyectando una sombra
sin matices ni aromas, suficiente
para desalentar a los insectos
que buscaban un mínimo alimento
y han de echar mano de la fe
para aplacar su hambre,
mientras tanto
el concurso austero del rosal silvestre
quedará como emblema familiar
de una estirpe que ha venido a menos.
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