viernes, 12 de junio de 2020

Tres pasos frente al milagro



1
Estaba allí, dominador,
pacífico, no daba
señal de vida, salvo por
su reflejo entrecruzado por añiles
en las lenguas de agua
que la lluvia dejaba en el camino,
2
lo que daría yo por pasar hoja
y continuar abriendo cauce al río
torrencial que asomaba
sus ojos prisioneros tras la cárcel
de un código de barras,
3
no, no quiero que se borre
esa religión de infancia que brotaba
de las piedras de agosto, dudo
que vuelva a sentir sed tan placentera
como la del ángelus al llegar a casa
tras el sudor redondo de la trilla.

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