Me asomo y miro
por una rendija en la madera,
qué ves, me dicen, veo un dios de palo,
un mango de azada apoyado en la pared,
a un lado duerme un gato,
la sombra ajedrezada de la parra y un olor a frito
o tal vez sea el aire que remueve los geranios,
y qué significa todo eso, me preguntan,
no lo sé, les digo, es que importa si todo eso que está ahí
tiene algún significado,
yo me asomo y observo sin preguntarme nada,
el escudo de Aquiles con su mordida media luna
para acechar por ella al enemigo
ni siquiera servía para mirar el cielo,
podía ser tan sólo la concha invulnerable
donde solía refugiarse su alma oscura.
Zona B:
Cualquier negocio con el estado genocida de Israel sirve para llevar la muerte más allá, hasta esa frontera tan borrosa que no distingue entre enemigos o aliados. Él sólo busca cómplices. ¡¡ CUIDADO !!
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