Unos cuervos
indolentes y torpes están desempedrándose de un cielo
de teselas azules,
mirado desde abajo es igual que una piscina,
ellos son peces negros, unas formas inversas
a la espera del demiurgo ciego
que todo lo confía a la improvisación,
quién puede mejorarlo, o es que acaso esto que piensas
no está bien, la creación espera una respuesta,
el habla turbia del alfarero ya cansado
que se lava las manos de los restos de arcilla,
pronuncia nombres al tun tun y luego los compara
con la apariencia de las cosas
logrando enaltecer al diccionario.
Zona B:
David, Moisés, Josué, Judit o Gedeón, caudillos que empleaban la voz oscura de un dios de conveniencia para luchar contra los pueblos que se oponían a un designio tribal. Estamos en el siglo XXI y los actuales dirigentes de Israel siguen usando ese mismo lenguaje.
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