Una catedral se esconde
detrás de la vidriera, hilo azul, el plomo blando
subdividiendo el aire, un tiempo menudo va detrás,
lo casi arena de los años que llegaban en fajos
y servían para dar firmeza a la estructura
de la argamasa temporal, así los siglos fueron
depurando el estilo hasta acabar enfermos
del mal insobornable de la piedra,
se fue perdiendo lastre, lo tangencial, lo esférico,
y quedaron las diagonales de la luz
entre el ojival calidoscopio
y las fauces abiertas de un dragón
con las alas de seda trasparente.
Zona B:
¿Quién se ríe de quién, el genocida Netanyahu se ríe del totalitario Trump, y este a su vez se ríe del mundo entero que ve con impotencia (o pasividad) la desaparición del pueblo palestino?
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