Contra la hidrofobia
Si abres las manos te caerá una gota
de la lluvia que aún no ha madurado,
será un agua sin lavar, sacada
directamente de los lagrimales
de algún héroe de mármol,
llora
tu alegría con ella cuando veas
que todo se te seca y no consigues
lubricar la aspereza circunstante,
lo fácil es dejarse
llevar por la abundancia
fluvial de la emoción, ponerse
a sueldo del pasado y dedicarle
toda la espuma que produce
la agitación de nuestra rabia.
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