jueves, 24 de octubre de 2019

Mal de altura





Todos los otoños
hay un revuelo de hojas de oro
mezclándose con las grajillas
en las alamedas bajas de Zamora,

a esa altura Justo Alejo
mira hacia abajo, renunciando 
a cantar el número cabal
de las tejas imbricadas
en el cimborrio de la catedral,

él sabe 
que siempre fue bajar lo más difícil, 

y a pesar de que sigue 
desorientado por el vértigo, 
consigue que la piedra
se vista del color del jaramago
sin renunciar a su alta dignidad.

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