Dormir al raso
Lobo aquí, presente
entre señales de humo,
nadie como él escribe
la llamada nocturna,
de fósforo sus ojos, el marfil
en sus fauces y un almizcle
de miedo en su pelaje
que hace enmudecer a quien lo ve,
desenrolla esa leyenda
para dormir al raso, las estrellas
te cubrirán y puede
que hasta esa manta agujereada
del firmamento te permita
mirar mucho más lejos.
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