Visto desde arriba
Sigue la mano en el perfil lustroso
de la balaustrada, cuánta indecisión
o pensamiento a punto
de construirse se guió
por esos brillos en la oscura
declinación de la escalera,
cuesta
seguir el caracol descenso,
armonizar crujido de escalón
con paso y aventura en esa
vertiginosa danza de atracciones
y rechazos livianos,
somos,
corazón arriba, lo que queda
olvidado en el desván y abajo
siempre espera la sombra
estampada del amor suicida.
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