miércoles, 21 de febrero de 2018

Gatillazo

Qué mal comienzo fue aquel baile
sin cabeza ni pies, con algo
de música rayana columpiándose
en los espejos, con las altas
arañas de la imaginación buscando
apoyos para no caer, -a punto 
estuve y no caí, milagro-,

luego 
ella puso en mi cuello
un collar de pensamientos, dijo
con el párpado azul, su voz oscura
reflejándose verde en la botella:
ven a burlarte del sultán,
verás el mundo
multiplicado por una celosía,

y yo mirando
su gótica armonía, suspendido
de agujas y arbotantes, lleno
de voluntad, pero sin fuerzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario