sábado, 17 de marzo de 2018

Maderas nobles

Alcanzo a ver
en ese brillo azul de la madera
pulida por la antigüedad
un guiño cómplice y sereno
de despedida.

Cuando bajo
a ese escondido sótano
donde el tiempo y el polvo son vecinos
y miro al corazón de la penumbra
guiado más por la memoria
que por los ojos,
percibo allá en el fondo, 
transformada en objeto
la magestad del árbol,
su imperio natural
hablándome en silencio de funciones
ajenas a esta vida milenaria 
que sigue percibiendo la mirada.

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